Los griegos y los romanos fueros los primeros en construir piscinas destinadas a la preparación física y a los deportes náuticos, pero su introducción a los espacios privados se dio gracias a los emperadores romanos, quienes llegaron incluso a utilizaros para criar peces. Y es precisamente de este uso que proviene su nombre, vocablo del que se valían los romanos para designar los estanques poblados de peces.
Desde entonces, la utilidad de las piscinas se ha ampliado y enriquecido, al punto que en la actualidad sirven no sólo como modo de refrescarse y hacer ejercicio en el hogar, sino también como un elemento arquitectónico de lujo, capaz de transformar un ambiente, crear perspectivas novedosas y añadir nuevas dimensiones a la vida.
Con el paso del tiempo, también su diseño ha presentado cambios a través de las nuevas tendencias que van desde las instalaciones más elaboradas, con estilos rústicos y las formas orgánicas, para llegar finalmente a las estructuras minimalistas, austeras y a los diseños de vanguardia.
Al momento de iniciar el proyecto de construir una pileta de natación hay algunas motivaciones a tener en cuenta: